Apuntes varios-Inma Clérigues

Conexiones entre igualdad/desigualdad, globalización y crecimiento

Para Berg y Ostry la desigualdad incide en el crecimiento y otras variables macroeconómicas en todo el mundo: de hecho, el auge del sector financiero ha traído consigo un endeudamiento de los pobres, que ha causado una enorme crisis financiera.

Citan como factores del crecimiento la calidad instituciones políticas y económicas, orientación externa de la economía, estabilidad macroeconómica y acumulación de capital humano. También influye la distribución del ingreso, ya que ante una mayor desigualdad  se produce un menor crecimiento sostenido.


Las causas de la desigualdad según Milanovic son:

Según estos expertos, cierta desigualdad es favorable, ya que mejora el funcionamiento de una economía de mercado e incentiva la inversión y el crecimiento. Sin embargo, un exceso de desigualdad genera crisis financiera, inestabilidad política y una reducción inversión.

Además, consideran que las rachas de crecimiento sostenido mejoran en situaciones de menor desigualdad y duran más tiempo. Así, se puede afirmar que la desigualdad se convierte en un factor directo del crecimiento, al mismo nivel que la calidad institucional y la apertura comercial.

Del mismo modo, podemos encontrar la relación entre globalización, crecimiento y desigualdad en el capítulo cuatro del informe “Perspectivas de la Economía Mundial: Globalización y desigualdad” publicado por el Fondo Monetario Internacional en 2007. Este informe señala que:

“Los avances tecnológicos son el factor que más ha contribuido al reciente aumento de la desigualdad, pero el desarrollo de la globalización financiera, en particular la inversión extranjera directa, también está vinculado con este incremento”.

Igualmente, apunta que la globalización comercial tiene una vinculación con la reducción de la desigualdad, ya que se puede reducir mediante:

Así, el incremento en la integración comercial y en el volumen de importaciones de las economías en desarrollo está vinculado con una menor desigualdad del ingreso en las economías avanzadas y con una mejor distribución de los ingresos en los países en desarrollo (gracias a la liberalización arancelaria).