Al incorporar estas innovaciones tecnológicas, el mayorista está adoptando las siguientes opciones estratégicas:
– asociación
– servicios
– innovación.
- La asociación consiste en el establecimiento de alianzas duraderas con otros mayoristas, fabricantes o detallistas. Para ello, una de las vías más eficaces es la adopción de innovaciones tecnológicas que les permitan modificar sus operaciones consiguiendo una eficacia mayor en actividades como la gestión de existencias y las operaciones de compra. Mediante el uso de los QR y RFID, es posible lograr una trazabilidad completa de los productos, lo que repercute en menores costes y errores. Teniendo en cuenta que estas innovaciones permiten controlar todo el proceso desde la fabricación del producto hasta su colocación en el punto de venta, es innegable que facilitan los procesos de asociación.
- En relación a los servicios, hay que tener en cuenta que en el entorno actual es complicada la diferenciación entre productos y el uso de estas innovaciones tecnológicas permite ofrecer un valor añadido. Los sistemas RFID suponen un valor añadido en todas las fases de la cadena de distribución (producción, logística, merchandising, etc.), ya que proporcionan información detallada y accesible sobre cada producto (fecha fabricación, lote, caducidad, etc.) y los códigos QR sirven como soporte publicitario y proporcionan al consumidor un valor añadido al ofrecer más información sobre los productos que mediante el etiquetado tradicional.
- Por último, en lo que respecta a la innovación, como se ha indicado en la opción estratégica de asociación, el uso de innovaciones tecnológicas permite una reducción de coste y una optimización de los procesos. Así, el etiquetado RFID permite un control completo del ciclo de distribución y posibilita una mejora de procesos y una reducción notable de costes (logísticos, inventario, etc.). A su vez, el uso de códigos QR otorga un valor añadido al producto y, así, se produce un refuerzo de la posición del mayorista en el canal.