El escenario del comercio electrónico requiere de seguridad en tres grandes áreas: conjunto de datos, sistema de pagos y en los artículos en soporte digital que son objeto de la venta.
Por tanto, podemos resumir las propiedades en materia de seguridad que deben cumplir los sistemas de comercio electrónico de la siguiente forma:
- Confidencialidad de los datos que viajan a través de la red, mediante el cifrado de los mismos para que no puedan acceder a ellos terceros sin autorización.
- Integridad de los datos, lo que impide que terceros no puedan modificar los datos en su viaje de emisor a receptor sin ser detectado por ambas partes.
- Autenticación de las partes que intervienen e imposibilidad de suplantación de sus identidades en el proceso de intercambio.
- No repudio, que garantiza que el comprador no pueda negar los compromisos adquiridos con el vendedor.